TOXINA BOTULÍNICA
La toxina botulínica es una proteína natural y altamente purificada que se utiliza para mejorar las arrugas de expresión facial (entrecejo, frente, patas de gallo). La cantidad de toxina botulínica que se aplica es tan pequeña que es completamente inocua. No se requiere anestesia pues es completamente indolora.
El resultado que se obtiene con la toxina botulínica es que al producir una relajación del músculo, impide la formación de las arrugas. El aspecto es el de una cara totalmente relajada y descansada. El efecto máximo se produce a los siete o diez días de la implantación y dura aproximadamente unos seis meses. El resultado es de una cara con aspecto relajado y descansado al desaparecer la tensión muscular.
También se emplea en hiperhidrosis o exceso de sudoración de axilas y manos.